Desde pequeña lo tenía claro, quería ser esteticista. A los 18 años me puse a estudiar en una escuela de estética en Barcelona, una escuela muy conservadora, con decir que nos llamaban por el apellido y con un método de trabajo exigente y muy pulcro. Más tarde me formé como maquilladora, estudié drenaje linfático aplicado a la estética, refelexología podal, auriculoterapia, lifting natural japonés, sculptural massage y técnicas de gua sha, entre otros cursos complementarios a la profesión y en diferentes firmas de cosmética profesional.
He trabajado como profesora de estética, de formadora en el área técnica de importantes laboratorios a nivel nacional e internacional. He viajado por países europeos e impartiendo formaciones a profesionales del sector. Desde hace unos años decidí parar y establecerme por mi cuenta después de dar tantas vueltas por el mundo, acabé agotada. De siempre, me incliné a trabajar una estética muy manual, pese a la fiebre de la tecnología, hui muchas veces de la aparatología, a mi, lo que me gusta de verdad es tocar, sentir y untarme las manos con cremas y aceites.
Desde el año 2015 a raíz de pasar por una enfermedad llamada cáncer, investigué mucho y fui a dar con la cosmética de origen natural y orgánica, desde entonces la introduje a mi rutina personal de cuidados y a la parte profesional también. Así que comparto admiración por la cosmética de calidad, la de vanguardia y la orgánica.
Mi primer trabajo fue en una tienda Néctar, eran franquicias inglesas y sus productos era muy buenos, sobre el año 1.998, y allí es dónde realicé mi primer tratamiento facial, fue un tratamiento para tratar el acné con una fórmula a base de tea tree e hice varias sesiones, una vez por semana, los resultados fueron excelentes, erradicamos el acné y mi clienta y yo estábamos tan felices, pues para mí era todo un reto ya que no tenía nada de experiencia y mi clienta llevaba tiempo preocupada por ese repentino acné. Después he trabajado como profesora de estética y formadora gran parte de mi vida, he tenido la suerte de estar en el mejor laboratorio español, en Germaine de Capuccini, y ahí aprendí y sigo aprendiendo mucho pues aún soy formadora en Germaine Perú, hacemos formaciones online semanales a todo el equipo de ventas y no puedo ser más feliz a lo que a trabajo se refiere.
«He estado yendo a la cabina de estética de Verónica durante varios meses y no puedo estar más contenta. Los tratamientos faciales y corporales son excelentes. Recomiendo encarecidamente esta cabina a cualquiera que quiera sentirse relajado y mimado.»
«Confié en Verónica para mis tratamientos de depilación y estoy muy satisfecha. Los resultados son duraderos y el proceso es cómodo y sin dolor. ¡Recomiendo mucho esta cabina de estética!»
«Verónica es una profesional increíble. Me encanta cómo se preocupa por cada detalle en sus tratamientos, desde los productos que utiliza hasta el ambiente de la cabina. Recomiendo totalmente sus servicios, ¡no te arrepentirás!»
